jueves, 8 de agosto de 2019

Arquetipos del Tarot: EL MAGO

 

El Loco ha iniciado el viaje y comienza a dar sus primeros pasos.

 
Ha llegado la hora de buscar activamente la realización y la toma de conciencia del poder personal del Loco. Acaba de descubrir el Ego y la Conciencia, y poco a poco su conocimiento va creciendo. Si embargo, en el comienzo de su periplo se encuentra con la energía masculina pura en estado latente. Ha alcanzado al Mago.
 

El arcano del Mago es el arquetipo del principio activo, de lo masculino. Es el triunfador, y por eso lleva el número1. Su figura, de pie ante la mesa sobre la que debe ejecutar el trabajo, es la imagen del Ser, del Ego, de la Voluntad. El Mago es un hombre poderoso, y será él quien se encargue de enseñarle al Loco las habilidades que necesita para sobrevivir en su largo viaje. De hecho, El Mago siempre se quedará junto al Loco, al niño, tomándolo de la mano durante el largo camino, porque sabe que detrás de cada experiencia hay un nuevo aprendizaje.
 
 
A partir de ahí se convertirá en su maestro, siendo su tarea principal enseñarle el importante arte de la comunicación por medio del lenguaje, el habla y la palabra escrita. Es Mercurio quien predomina en el arcano I, y de ahí que su energía sea uno de los símbolos de este arquetipo, porque siempre está dispuesto a comunicarse. Es dicha energía la que le mueve a actuar, y la ambivalencia de este planeta se cristaliza en el Mago convirtiéndolo en ambidiestro, presumido y también exasperante en ocasiones. Sin embargo, entiende la naturaleza de la energía y sabe que hay un suministro ilimitado a su disposición, aunque realmente, su poder secreto radique en su habilidad para manipularla y servirse en su propio beneficio.
 

Sobre su cabeza flota una Lemmniscata (representada como ∞), y símbolo de infinito, revelando que la energía jamás puede ser destruida, tan sólo transformada. Por tanto, El Mago sabe que debe poner cuidado en cada palabra dicha o cada acción emprendida; todo, tanto lo malo como lo bueno, pueden regresar cual boomerang si no se maneja bien esa energía universal. El poder en manos equivocadas puede crear situaciones extremadamente peligrosas.
 
 
En la mesa de trabajo se encuentran los contenidos de la mochila de El Loco. Las herramientas para hacer frente a la vida parecen simples y escasas, pero El mago posee un profundo conocimiento de la finalidad de cada una de ellas, y ha aprendido a mezclar sus cualidades para crear todo tipo de magia. A pesar de su aparente simplicidad, sabe distinguir el potencial de cada una de ellas y entiende que son las que necesita para lograr el éxito.
 
 
El Mago es único, talentoso y consciente de sí mismo. Se mantiene en pie, orgulloso y altivo. Actúa como canal, con un brazo extendido hacia el Divino para recoger la inspiración con su varita mágica, y liberarla sobre la tierra una vez atravesado su cuerpo. Estos gestos tan simbólicos representan de manera contundente sus talentos, pues el poder no viene de él, sino a través de él. Es la conexión entre el Cielo y la Tierra, el mediador.
 
 
Mediante el uso de sus dones divinos, El Mago desarrolla todo su potencial. A través de la concentración y la atención, ejerce una fuerte disciplina y férrea voluntad sobre cada elemento que manipula, de manera que se adapten a su propósito. Es también el maestro de la ilusión, capaz de hacernos creer cualquier cosa sacando conejos de la chistera, e incluso convirtiendo el plomo en oro; los milagros aparecen a menudo en la estela que deja a su paso. Sin embargo, complementando al planeta Mercurio, Géminis rige también a este arcano, trayendo consigo la dualidad. De ahí que El Mago pueda mostrar dos personalidades dependiendo de cómo utilice la energía divina que canaliza.
 
 
Pero ¿qué es lo que hace al Mago tan poderoso? Por encima de todo, su falta de miedo a actuar. Impulsivo, pero resuelto y seguro de sí mismo, está dispuesto a obrar en consecuencia a sus ideas. Sabe lo que desea hacer, por qué y cómo debe hacerlo. No duda porque es capaz de entender su situación con exactitud, y si no olvida la fuente divina de su poder, siempre será el conducto perfecto para los milagros.
 
 
Si obra en consonancia con su poder, El Mago tiene el completo dominio sobre todas las áreas de su vida, y sobre la consecución de sus objetivos. Este es el naipe del ser que aglutina todo el conocimiento y poder necesarios para que suceda el milagro. Tan sólo hace falta que desee poner en acción su conocimiento y poderes.
 

A partir de ahí, es invencible.

      


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