viernes, 17 de junio de 2016
¿EXISTEN LOS SUEÑOS PROFÉTICOS?
Han sido muchos los testimonios que nos han llegado a lo largo de la historia, de diferentes sueños advirtiendo acerca de sucesos que se iban a producir en el futuro. Muchas personas narran, ya sea de manera anónima o bien facilitando su identidad, sueños impactantes que las han dejado muy marcadas. Dicho impacto se produce, en la mayoría de los casos, al convertirse el soñador en testigo de esas escenas que experimentó en estado durmiente y que, con el paso del tiempo, se han convertido en realidad.
Después del ofrecimiento que llevo haciendo desde hace un tiempo en mi página, han sido ya unas cuantas las personas que me han escrito para contarme sus experiencias oníricas, y esos hechos que las han dejado impactadas por la certeza de su profecía o pronóstico. Desde aquí quiero agradecerles a todos y cada uno su amabilidad por este gesto de confianza.
Tal como he explicado ya a unos cuantos interesados, los sueños proféticos, a los que también se les llama habitualmente premonitorios, son aquellos que, en apariencia, pronostican el futuro. Existen múltiples teorías acerca de este fenómeno, y las más racionales optan por la versión de que es nuestra mente la que, con una inmensa capacidad todavía desconocida para nosotros, organiza en el subconsciente todos los datos, vivencias, información, rostros así como otros aspectos que, normalmente, descuidamos en estado de vigilia y no incorporamos a nuestro registro cerebral de manera consciente. Es decir, sería nuestro inconsciente el capaz de saber lo que va a venir, lo que está por cumplirse justo antes de que nosotros organicemos esa misma información de manera adecuada y ordenada en nuestra lógica.
Sin embargo, existen otras teorías que para mí tienen igual o más importancia que la antes citada, pues el vaticinio de un sueño tiene un poder inmenso sobre nuestra psique y el mundo en que nos movemos. Hay personas muy incrédulas o escépticas, que consideran que las imágenes vistas en la noche sólo corresponden a ese maremágnum desordenado de acontecimientos que nos llevamos cada noche a la cama, y que durante el sueño nuestro cerebro transforma y asimila de manera anárquica. Sin embargo, esto no es así. Cuando una persona recibe un vaticinio en un sueño, su vida queda totalmente marcada por ese augurio, sea del tipo que sea. Como es lógico pensar, estos no son sueños habituales o al uso, sino los que en Psicología (y también en Parapsicología, por extraño que parezca), se denominan "sueños anómalos". Debido a su enigmática naturaleza, dicho sueños habitúan a ofrecerle al soñante información acerca del futuro inmediato, tanto de él mismo como de otras personas, y ese futuro puede tener lugar en cualquier espacio o tiempo. Por eso es por lo que se les conoce también, de manera más popular, como sueños premonitorios.
Hay que partir de la base de que cada persona es un mundo, vive bajo unas circunstancias determinadas, y de ahí que sus vivencias o experiencias oníricas deban ser tratadas de manera individualizada, tal como propugnaba el mismo Carl Jung. No obstante, tras confrontar las diversas fuentes e información de los soñadores que se han prestado a ello, se ha llegado a la conclusión de que, en un alto porcentaje de casos, una imagen onírica premonitoria tiene muchos puntos comunes cuando se desentraña su significado.
En los sueños premonitorios hay elementos que tienen un significado concreto en más de un 97 por ciento de casos, y lo que es más asombroso todavía, por diversas investigaciones se sabe, aunque no se quiere reconocer abiertamente, que en este tipo de de sueños intervienen también algunos de los denominados fenómenos parapsicológicos. Es obvio que cuando alguien duerme, está recibiendo constantemente estímulos tanto de su cuerpo como del exterior. Por eso, la suma de todos ellos induce a un estado de "sensibilidad onírica" que favorece la aparición inconsciente de sucesos extrasensoriales. Es ahí cuando intervendría la llamada precognición, o conocimiento de un hecho que se va a producir con certeza en el futuro, lo cual se comprueba a la mañana siguiente o tiempo después.
Aunque hoy día, cientos de personas estén experimentando sueños proféticos o premonitorios y no sean conscientes de ello, la historia nos ha legado casos asombrosos de personajes famosos, de los cuales sí tenemos constancia. Quizá uno de los casos más famosos sea el de Abraham Lincoln, quién relató a su esposa sólo unos pocos días antes, que iba a ser asesinado por John Wilkes Booth.
Entre otros, también ha llegado hasta nuestros días el sueño profético que un confidente del gran emperador romano César Augusto tuvo, y que ayudó a salvar la vida de dicho mandatario. Fue durante una de sus campañas, y mientras Augusto se estaba recuperando de una enfermedad en su tienda, una mañana el confidente le abordó para comunicarle que había tenido un sueño profético, donde veía que la vida del emperador estaba en grave peligro y debía trasladarse inmediatamente.
Aunque en un principio Augusto se negó, su confidente insistió tanto que al final cedió y se trasladó a un campamento ubicado en una localización diferente. Horas más tarde, el campamento donde estaba Augusto fue invadido por el enemigo y arrasado en su totalidad.
El hundimiento del Titanic fue también otro de los famosos sueños premonitorios que experimentaron diversas personas en la época de la catástrofe. Graham Greene, el famoso escritor, contaba en su biografía que la noche del 14 al 15 de abril de 1912 (justo la noche del hundimiento del Titanic), cuando él sólo tenía 5 años, tuvo un sueño acerca de un naufragio, y durante más de sesenta años conservó fresca en su memoria la imagen de un hombre cubierto con un impermeable, que se agarraba fuertemente a la escalerilla del barco mientras una enorme ola lo envolvía.
Es una auténtica lástima que para muchas personas, los sueños premonitorios o proféticos no pasen de ser una mera anécdota, y no se considere digna de atención la capacidad que algunos individuos poseen en dicho sentido. Por fortuna, para otras personas los sueños proféticos se han convertido en una herramienta muy valiosa. Cuando se aprenden a utilizar de manera correcta este tipo de sueños, se convierten en una guía para nuestra vida que nos puede ayudar a escoger los mejores caminos, e incluso también evitarnos situaciones catastróficas que nos pudiesen afectar. Muchos expertos psíquicos afirman que cuanto más se trabaje con los sueños premonitorios, más confiaremos en nuestra intuición, además de poder interpretar el simbolismo de los sueños y traducirlo en auténticas profecías, caso de que sea ese el mensaje que debamos recibir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario