A estas alturas, ya es
conocido casi por todos que una de las formas más comunes - y
también de las más útiles - de capacidad paranormal que podemos
desarrollar se encuentra en los sueños. Éstos albergan mucha
información paranormal que, si sabemos comprender y manejar bien,
nos puede resultar de mucha utilidad. Seguro que tú, que me estás
leyendo ahora mismo, has tenido en sueños alguna experiencia de este
tipo, aunque no seas consciente de ello.
La conclusión a la que se
ha llegado respecto a los sueños y las experiencias paranormales, y
que he comentado antes, ha sido alcanzada por grandes investigadores
del terreno, como el norteamericano Ian Stevenson, quien a lo largo
de su prolífica investigación constató que, en 9.300 casos
estudiados con alguna experiencia paranormal, un 57% de éstas se
daban en los sueños. Por eso, dicho investigador concluyó que los
sueños eran la puerta grande hacia lo paranormal, algo corroborado y
comprobado personalmente por el también norteamericano Edgar Cayce,
uno de los videntes más famoso y mejor documentado a lo largo de la
historia.
Entre otras cosas, a Cayce
se le pidió que interpretara cientos de sueños, y en muchas
ocasiones señaló claramente y de una manera contundente la
información paranormal en el sueño. En muchas de esas
interpretaciones, la persona no tenía ni idea de que el sueño fuese
una fuente de información paranormal. A veces el sueño parecía
corriente, otras veces no tanto, pero la idea de que lo que le estaba
ocurriendo fuera algo paranormal no se le ocurría a la persona hasta
que un descubrimiento posterior se lo demostraba.
Una forma de
desarrollar la consciencia paranormal es ser más observador del
proceso de dormir que experimentamos cada noche. Cuando entramos
en esta fase y comenzamos a dormirnos, nuestra sensibilidad cambia a
un nivel distinto de vibraciones, y es ahí cuando surge nuestro ser
paranormal. Por poner un ejemplo, es algo semejante al caso de las
estrellas, que siempre están en el firmamento, pero que no podemos
ver durante el día debido al brillo del sol. En el momento en que
esto ocurre, en el momento en que el fulgor del sol se desvanece y
comienzan a aparecer las estrellas en el acto de dormir, nuestra
consciencia o sexto sentido se expande y difumina por todo el cuerpo,
y entonces despertamos a nuestra consciencia paranormal. Por eso, los
sueños son una de las experiencias de este sexto sentido que antes
mencionaba.
Es bueno recordar los
sueños y estudiarlos, porque puedes encontrar muchas “realidades”
a las que no logras acceder en otros estados alterados de conciencia.
Todo se puede experimentar y explorar en sueños. Es muy probable
que, si pudieras apuntar todos los que has tenido, el examen de éstos
te convencería de que ya has vivido varias experiencias
paranormales. Trata de hacerlo y te sorprenderás.
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