viernes, 9 de octubre de 2015

TÉCNICAS PARA RECORDAR LOS SUEÑOS






Cuando hablo con la gente respecto al tema de los sueños, me resulta curioso detectar cómo la mayoría de las personas dicen no recordar nunca los sueños, pero si cabe, todavía me sorprende más escuchar la afirmación de que algunas de ellas no sueñan nunca. ¿Como es posible continuar con esa creencia? Hoy día se ha demostrado mediante numeroso estudios que todos los seres humanos soñamos, cada noche, entre cuatro y seis veces. Es algo absolutamente comprobado por la ciencia, aunque por supuesto, siempre dependa de cada individuo la capacidad personal para recordarlos o no.

En base a la eficacia para poder revivir lo soñado en la noche, hay que tener en cuenta algo importante, y es que el sueño sigue unas pauta cíclicas de comportamiento, en las cuales se alternan periodos de descanso reparador durante los que no se sueña, con fases REM, momentos en los que propiamente soñamos. Estos ciclos vienen a durar en torno a una hora, y en cada uno de ellos, la proporción de la fase REM va a aumentando de manera progresiva conforme avanza la noche.

Tras numerosos estudios realizados por diferentes especialistas, se ha podido demostrar que sólo es posible recordar los sueños si nos despertamos en medio de una fase REM, o nada más haber terminado ésta. Por poner un ejemplo, una persona que duerma ocho horas exactas y que haya caído en un sueño profundo nada más acostarse, cumplirá unas cinco fases REM, pero si se ciñe a ese horario, despertará antes de que comience la sexta (que ocupa los veinte últimos minutos del ciclo), y entonces le resultará prácticamente imposible acordarse de nada. Como es lógico, cada persona tiene su propia ciclo onírico, por lo que las fases REM y los periodos de reposo pueden variar entre una hora y media y dos horas.

No obstante, esto no tiene que suponer impedimento para que, si así lo deseamos, recordemos lo que hemos soñado una noche concreta, o todas y cada una de ellas. Según lo que he comentado antes, lo primero a tener en cuenta son nuestros horarios de descanso, pues despertarnos en un momento u otro puede impedirnos recordar lo soñado. Esto se puede solucionar adelantando o retrasando el despertador entre un cuarto de hora y media hora. De esa manera, el problema quedaría resuelto. Sin embargo, si nuestras exigencias cotidianas nos impiden realizar este simple gesto con el reloj, podemos recurrir a un ejercicio mental tan simple como concentrarnos al despertar, tratando de recordar lo que hemos soñado antes de que en nuestra cabeza se introduzca ningún otro pensamiento. Hay que estar atentos, porque como alguna preocupación o asunto diferente se nos cuele en la mente, perderemos el recuerdo de lo soñado.

Un consejo importante es que, al acostarnos, nos mentalicemos bien de que nada más despertarnos, lo primero que debemos hacer es recordar nuestros sueños. Hay que realizar el ejercicio mental de repetirnos este propósito bastantes veces antes de caer dormidos. Si lo hacemos, comprobaremos que nos sucede algo que nos ayuda tremendamente en nuestro objetivo: cada vez que finalicemos un periodo REM, nos despertaremos de forma natural, haciéndolo en torno a cuatro o cinco veces cada noche, pues son estas el número de fases REM que venimos a tener como promedio. Esto que aquí digo no es nada anómalo, pues le ocurre a todo el mundo, aunque por desconocimiento, no habituemos a percatarnos de ello. Si logramos ser conscientes de esos despertares nocturnos, es muy conveniente detenerse a recordar lo que se acaba de soñar, y anotarlo en un cuaderno o libreta que tengamos a mano.

Aparte de estos consejos, os dejo otras técnicas interesantes que podéis seguir antes y después de dormir, para incitar a vuestra memoria a que recuerde las vivencias oníricas.


ANTES DE DORMIR

    1. Técnica del Tercer Ojo: se coloca una taza o un cuenco con agua en la mesita de noche o junto a la cama. Justo antes de dormirnos, sumergimos los dedos en el agua y rozamos suavemente nuestro cuello. Luego tenemos que tocarnos la frente con los dedos, en la zona del Tercer Ojo. Mientras la rozamos, pensaremos con firmeza y seguridad que vamos a recordar nuestros sueños. A la mañana siguiente, tocaremos de nuevo estas dos zonas con el agua. 

    2. Meditación tibetana: cuando nos acostemos, debemos concentrarnos en el deseo de recordar los sueños. Después, enfocaremos esa intención como si estuviera situada detrás de nuestra garganta. Podemos imaginar una esfera azul resplandeciente en la zona del cuello, y además, vernos colocando en el interior de esa órbita azul dicho deseo de recordar nuestros experiencias oníricas. Es muy conveniente visualizar durante un rato esta imagen, casi hasta que nos durmamos. 

    3. Visualización creativa: en el momento en que notemos que comenzamos a dormirnos, visualizaremos que nos despertamos, miramos el reloj, anotamos la hora y escribimos minuciosamente nuestros recuerdos sobre el sueño en nuestro cuaderno de sueños. 

    4. Técnica del agua: antes de acostarnos, llenaremos un vaso con agua y beberemos justo la mitad, mientras nos concentramos y pensamos: “Esta noche recordaré mis sueños”. Al levantarnos a la mañana siguiente, y si no recordamos ninguna imagen, beberemos la otra mitad del agua y pensaremos: "Recuerdo mis sueños, ahora y a lo largo del día.

NADA MÁS DESPERTARNOS

    1. Escribir: escribir los sueños es una costumbre ancestral que ya utilizaban nuestros antepasados, y que da unos resultados fabulosos. No obstante, para ello hay que tener constancia y memoria. Si no los recordamos, una buena táctica es escribir en el diario o cuaderno la frase: “No me acuerdo de mi sueño”. Como por arte de encanto, a partir de ese punto nuestro cerebro pasa a estimular sus recuerdos.

    2. Garabatos: Si no te acuerdas de tu sueño, dibuja garabatos aunque no tengan ningún sentido ni conformen una figura o imagen concreta. Ésta es una técnica que acostumbra a incitar asociaciones y que despierta tu memoria.

    3. Darse la vuelta o moverse en la cama: existen diversas teorías que aseguran que las personas nos movemos en la cama cambiando de postura, o dándonos la vuelta nada más terminar un sueño. Los científicos aseguran que este gesto ayuda al cerebro a desplazarse a un tipo distinto de onda cerebral, lo que nos puede permitir acceder a las imágenes vistas en los diversos sueños que hemos ido teniendo durante el transcurso de la noche. Personalmente, es una de las técnicas que más utilizo y que mejor me funciona.

    4. Técnica del color: procura acordarte de qué color sentiste tu sueño (ya sabes que tan sólo en torno a un 25% de nuestros sueños son en blanco y negro), y comienza a imaginarte ese color para incitar el recuerdo.

    5. Conversación: nada más despertarte, procura contarle a alguien lo que recuerdes del sueño que hayas tenido. Conforme vas hablando te irán viniendo los recuerdos de más detalles, pues estarás permitiendo que estos afloren a tu conciencia.

    6. Estado de ánimo: esta es una técnica que suele facilitarnos la clave mental para el acto de recordar. Consiste en permanecer con los ojos cerrados, fijándonos en nuestro estado de ánimo. Debemos ser conscientes de ese estado, y recrearnos en él, sumergiéndonos e incrementado las emociones que nos produzca.


Cualquiera de las técnicas que aquí indico puede ayudarnos a recordar las imágenes y mensajes que el mundo de los sueños nos trae cada noche. A partir de ahí, un mundo maravilloso se abre ante nosotros. ¡Aprovechémoslo!




miércoles, 23 de septiembre de 2015

EL BAJO ASTRAL Y SUS HABITANTES



Resulta complejo explicar, de manera simplificada, lo que es el plano astral. Para hacerlo es necesario comenzar diciendo que en el universo “todo vibra”, y esto se produce tanto en el plano de la materia-energía, que es la parte que estudia la ciencia, como en planos o estados más sutiles donde son otras las partículas, la energía y las leyes de causalidad que lo conforman.

Hay que tener en cuenta que el mundo astral es un mundo paralelo al nuestro, y gobernado por fuerzas emocionales. Dentro de este mundo existe una zona donde se aglutinan las más bajas pasiones y deseos, una zona invisible donde se mueven entidades que podrían considerarse, dadas sus características, demonios en el argot más popular. Dicho nombre nos ha sido legado a lo largo de los siglos ante la asociación que la religión establece entre dichas entidades y las fuerzas del Mal. De hecho, según la Teosofía, éste es el auténtico infierno, y se vive de forma diferente según las creencias y pensamientos de cada individuo. El Bajo Astral es el subplano que ha dado lugar al mito cultural del infierno, entendido como un lugar de castigo que, generalmente, se concibe como eterno.

Deseo puntualizar que el plano astral no es un estado de conciencia o un espacio concreto, sino una dimensión. A su vez, dicho plano se divide en siete subplanos, y cada uno de ellos tiene sus propias particularidades, frecuencias vibratorias y energías.


Cada uno de esos siete subplanos dimensionales o niveles de evolución espiritual que menciono se mueve o vibra con una energía diferente. Por eso, una persona, a lo largo de su vida, puede ascender o descender dentro de los diversos subplanos astrales en función de la mayor o menor densidad de sus vibraciones energéticas. Digamos que por un lado, las vibraciones más densas están vinculadas a los sentimientos, pensamientos y actos más bajos, mundanos y malintencionados. Sin embargo, en el lado opuesto se hallan los pensamientos elevados y más espirituales, asociados a sentimientos y actos de naturaleza opuesta, y que conducen a la persona a vincularse con los subplanos astrales más elevados.

Se le llama Bajo Astral al 7º subplano del Astral, y recibe ese nombre porque está situado en el nivel más inferior. Es la banda de frecuencia que tiene que ver con las emociones o los pensamientos negativos. En él, la negatividad se mueve de manera predominante por ser la zona más densa de todo el plano astral. En el Bajo Astral se maanifiestan las peores energías espirituales: la energia del odio, del rencor, de la ira, del egoísmo más crudo, de las tendencias homicidas, de las más retorcidas perversiones o del vicio incontrolable.

Debido a las escasas vibraciones que le llegan y que se manifiestan dentro de él, está habitado por bajas energías: sombras, demonios, espíritus de suicidas, asesinos, violadores... Es a este subplano a donde van a parar aquellos difuntos con actitudes reprochables en vida, como alcohólicos incorregibles, drogadictos desmesurados, asesinos, ladrones, violadores, genocidas, maltratadores o cualquier persona que en vida mantuvo una actitud destructiva, tanto con él mismo como con los demás. Las energías de estos espíritus son escasas y vibran a una frecuencia muy baja, por lo que dicho lugar resulta idóneo para acogerlos, y es ahí donde se anclan y permanecen durante periodos tremendamente largos. Se sabe, porque así lo han manifestado personas con el don de la mediumnidad o clarividencia, que este tipo de seres vagan por el 7º subplano en medio del sufrimiento y de la confusión, tratando, siempre que pueden, de satisfacer sus bajos deseos captando a alguien en el mundo físico para, a través de algún mecanismo, parasitarlo y nutrirse.

Es importante saber que el Bajo Astral es un espacio en el que no es saludable permanecer, aún cuando veamos imágenes bellas y nos sintamos a gusto. Digo esto porque a menudo es un lugar al que mucha gente suele deslizarse cuando sueña, especialmente tratando de realizar viajes astrales a este plano simplemente por curiosidad o morbo. Una vez allí, la incomodidad es manifiesta ante la vibración siniestra y oscura que impera en dicho plano. Allí, todo está muy cargado de negatividad, por lo que resulta peligroso ya que siempre se vuelve del viaje cargado de basura astral en nuestro campo o aura personal.


Es curioso comprobar cómo en las viejas enseñanzas esotéricas se solía animar a la gente a realizar determinadas experiencias que ahora llamamos viajes astrales. Sin embargo, en la actualidad y con las nuevas enseñanzas se recomienda todo lo contrario, es decir, evitar la búsqueda en esta zona energética por lo dañina que puede resultar, especialmente para aquellas personas que tienen una capacidad mediúmnica.


En cuanto a las entidades que lo habitan, hay que diferenciar dos tipos: por un lado, las que han estado allí desde el momento de la Creación, y por otro, las creadas por la Humanidad. Las primeras son, en realidad, las futuras almas de todos los elementos que pertenecen a la naturaleza, los minerales, etc, por lo que no hay que acercarse a ellas dado que son la reserva para la existencia de la materia como energía. Sin esas criaturas, la materia regresaría a su estado sutil y no podría existir el mundo físico tal como lo conocemos.


Respecto a las segundas, llamadas también EAP (entidad astral parasitaria) y creadas por la humanidad, son seres que en su día fueron humanos y que permanecen en el mundo de las bajas pasiones e instintos. Las entidades de este submundo son espíritus que han perdido su alma, muertos que se han desprendido de su conexión espiritual, así como distintos seres creados por las más bajas emociones. En este plano adquirieren un propósito y pueden ser manipulados, logrando efectos concretos en el mundo físico. Una persona con facilidad clarividente o psiquica puede percibirlos, y habitualmente aluden a que son entidades oscuras o con iridiscencia roja como el fuego.




Con relación a los tipos de entidades que pululan por el Bajo Astral, una de las más abundantes es la SOMBRA. Cuando alguien muere y su espíritu deja el cuerpo astral para pasar al mental, este cuerpo astral que ocupaba se desintegra la mayoría de las veces con normalidad. Sin embargo, eso a veces no sucede en el caso de personas que, o bien han tenido un comportamiento destructivo, o sin ser malas, han tenido muy acentuada la presencia de bajas pasiones y tendencias. En dichos casos, el cuerpo astral está demasiado vitalizado por estas energías negativas, y además conserva suficiente energía psíquica, por lo que no llega a desintegrarse y conforma una especie de versión negativa del individuo, algo así como su lado oscuro desprendido, su sombra. Desgraciadamente, esa SOMBRA conserva una pequeña porción del cuerpo mental del sujeto, porción suficiente para albergar gran parte de sus recuerdos y pensamientos.

Otra entidad muy habitual es el CASCARÓN, o cadáver astral de un ser humano. A diferencia de la Sombra, no tiene ninguna partícula de materia mental, por lo que no posee consciencia, inteligencia o autonomía. Simplemente es un ente pasivo que flota como una nube en el mundo astral. Sin embargo, debido a su inexistente autonomía, puede ser animado por médiums o personas con una gran psiquismo pero carentes de escrúpulos, hasta el punto de lograr asumir la forma de un fallecido o de un vivo, suscitando así un engaño y un peligro.

Los GUSANOS y LARVAS ASTRALES, llamados habitualmente EGRÉGORES, son cuerpos energéticos extraños a nosotros, como pequeños bloqueos, obsesiones o manías. Normalmente suelen alimentarse de nuestra energía vital o cuerpo eterico, pudiendo llegar a manipular nuestra mente para que tengamos cierto tipo de "antojos", como el alcohol, el sexo o el azúcar, entre otros. Con su acción, las LARVAS ASTRALES pueden llegar a generarnos traumas como depresiones o trastornos de personalidad, sobre todo en personas de caracter débil o poco formado como los adolescentes. ¡Atención! No quiero decir que toda persona que padezca un trastorno de este tipo sea porque es víctima de un gusano o larva astral, pero sí podría darse el caso en determinados individuos. En general, estas entidades se contentan con manipularnos, debilitarnos y hacer que adquiramos algún tipo de adicción.


Son entes muy habituales también en el Bajo Astral los espíritus de los SUICIDAS y VÍCTIMAS DE ACCIDENTES. Se considera que ambas clases de fallecidos suelen afrontar una vida astral complicada. En el caso de las VÍCTIMAS DE ACCIDENTE, si eran buenas personas en vida, se mantienen en un estado de inconsciencia en los subplanos inferiores hasta que transcurre el tiempo que, según su deuda kármica, deberían haber vivido. Transcurrido ese tiempo, recuperan la consciencia ya en los subplanos astrales más elevados, pues no han acumulado suficiente energía negativa como para que su conciencia se active en el Bajo Astral. Sin embargo, ocurre justo lo contrario con una persona que ha cometido malos actos y muere en un accidente. Ese espíritu va directamente al Bajo Astral, donde permanecerá consciente un buen tiempo y sin perder los vínculos que le unían a nuestro plano, el plano de los vivos.


En cuanto al SUICIDA, es ya sabido que contrae una gran deuda kármica con el acto del suicidio, pero la situación puede variar dependiendo de por qué se suicidó, en qué estado de consciencia estaba cuando lo hizo, y cuál era su naturaleza moral y espiritual, tanto en la globalidad de su vida como en sus últimos momentos. Algunas teorías apuntan a que el suicida se queda penando en el Bajo Astral hasta que cumple el tiempo que debió haber vivido, pero sumido en un estado de angustia y confusión.

Por supuesto, en el Bajo Astral se mueven también otros tipos de entidades, pero las anteriores suelen ser las más habituales. En otra ocasión traeré a este espacio más información al respecto.







martes, 8 de septiembre de 2015

El Bajo Astral y sus habitantes - Mayte del Sol en LA REALIDAD OCULTA



Hola amigos,

 

La pasada semana colaboré de nuevo en el programa radiofónico LA REALIDAD OCULTA, de Inca Radio (Mallorca), hablando en esta ocasión del tema del Bajo Astral y sus habitantes. También conté el caso que una persona conocida experimentó a este respecto, y que realmente me impresionó por el impacto que le produjo. Casos como estos es difícil que nos lleguen, sobre todo porque la gente que los sufre tiene miedo de contarlos ante las posibles burlas o incredulidad del personal. En esta ocasión, fui afortunada de poder recopilar esta vivencia.

 

Si queréis escucharlo, así como descubrir con exactitud qué es el bajo astral y las entidades que en él se mueven, os invito a que pinchéis en el podcast que os dejo aquí debajo. En él encontraréis mi intervención a partir del minuto 26.

 

 


 

 

Gracias a todos los que, día a día, estáis ahí apoyando este blog y a su autora.

 

Un cordial saludo,

 

 

sábado, 11 de julio de 2015

SUEÑOS CON DIFUNTOS






¿Sabías que los difuntos pueden comunicarse con nosotros a través de los sueños? No hace falta que tengamos cualidades especiales, ni que seamos médiums o videntes, como muchos aseveran por ahí para generarse una especie de halo fantástico y distintivo, y también para engañar al personal, por qué no decirlo. Para lograr ese contacto simplemente hace falta que, en caso de no recordar los sueños con facilidad, realicemos unos ejercicios previos para estimular nuestra memoria y que ésta no olvide lo soñado. Este es un paso que resulta imprescindible si deseamos ser conscientes de cualquier contacto espiritual que hayamos podido tener durante la noche.

Hoy día, la mayoría de la gente no cree en este tipo de sueños, especialmente en aquellas en que nuestros seres queridos difuntos nos traen un mensaje. En esta sociedad en la que nos movemos, los estímulos externos imperan para alejarnos de unas experiencias que requieren sosiego, reflexión y sobre todo, comprensión. A menudo, las personas vivimos inmersas en una vida agitada, con mucho estrés, excesivo materialismo o abundante intrusismo. Otro agente que también influye de manera contundente en denostar este tipo de experiencias por resultar excesivamente increíbles es la literatura fantástica. Todo esto y más ha hecho que la gente se desengañe o tome las cosas por donde no son respecto al tema que hoy trato.

Para comenzar, hay que diferenciar bien qué tipo de sueños tienen lugar cuando aparecen nuestros difuntos. Al dormirnos, la consciencia se expande y libera de sus ataduras, comenzando entonces a funcionar de manera autónoma. Por eso, los sueños más frecuentes son fruto de pensamientos, recuerdos, nostalgia o melancolía de esos seres con los que fuimos felices en vida, o con los que nos unía un vínculo especial. Durante el día hemos podido tener algún tipo de pensamientos al respecto porque de forma reciente se les haya mencionado, lo que hace que durante la noche tengamos los llamados Sueños de Descarga o Desprogramación. Con ellos, nuestro cerebro y memoria se liberan de cargas y suciedad, por así decirlo, y entre los sueños que producen, sacan a flote todo lo que ha quedado retenido y no ha encontrado salida de nuestro subconsciente. Por eso, soñar con un ser querido ya fallecido ha podido deberse a que el día anterior haya estado en nuestros pensamientos de una forma u otra.

Sin embargo, existen otros sueños más especiales en los que soñamos con difuntos o seres queridos ya fallecidos, y donde sucede algo especial o extraordinario como puede ser la entrega de un mensaje que nosotros desconocíamos hasta ese momento. Este tipo de sueños se producen con mayor frecuencia al amanecer. Es en torno a esa hora del día cuando se produce una fractura en el tiempo, y también cuando las vibraciones son más idóneas para que los difuntos se “cuelen” en nuestros sueños y nos den un mensaje o nos comuniquen algo especial. En ese instante, resulta fácil rasgar el fino velo que separa nuestro plano y aquel en el que se encuentran ellos, y los espíritus lo aprovechan.

Cuando se producen este tipo de sueños, es muy habitual que los seres ya fallecidos se nos presenten con una imagen más joven y pletórica que en el momento de su tránsito o fallecimiento. Suelen aparecer en estado de una madurez con plenitud, pero nunca con una apariencia decrépita o deteriorada si murieron ya muy ancianos. En el caso de que el difunto falleciese a una edad más temprana, siempre se nos aparecerá en un estado relajado y también pletórico, justo en el mejor momento que tuvo en vida.

Sea como fuere, el espíritu se hará notar de una manera especial para que, cuando despertemos, seamos absolutamente conscientes de la experiencia vivida. De una forma súbita recordaremos todo el sueño y lo que en él se ha producido, siendo probable que podamos descubrir de manera inmediata el mensaje que ha venido a traernos.

No despreciemos este tipo de experiencias oníricas, pues en más de una ocasión han resultado de gran ayuda para muchas personas que han sabido escuchar esas voces del más allá que les han llegado en sueños.





lunes, 29 de junio de 2015

Viajes astrales - Mayte del Sol en LA REALIDAD OCULTA

viajes

 

Queridos amigos,

Os dejo mi intervención de este pasado jueves, 25 de Junio, en LA REALIDAD OCULTA. En esta ocasión hablé de lo que son los Viajes Astrales, así como de una experiencia muy cercana que viví hace años, y que sorprende por lo impactante que es.

Os invito a que escuchéis mi intervención en el enlace que aparece justo debajo. Seguro que no os dejará indiferentes para comprender la importancia de los mensajes que los sueños y las experiencias oníricas nos traen con frecuencia.

Mayte del Sol en LA REALIDAD OCULTA - Viajes Astrales

¡Feliz fin de semana a todos!


martes, 16 de junio de 2015

EL MUNDO DE LOS SUEÑOS, TERRITORIO INEXPLORADO


Soñar es una de las experiencias más misteriosas y curiosas de nuestra vida. Todos los seres humanos soñamos cada noche - salvo casos extremos de desorden psicológico -, aunque la mayoría no sea consciente de ello cuando despierta, ya que se llegan a olvidar hasta el 90% de los sueños. Incluso las personas que quedaron ciegas después de nacer pueden ver imágenes en sus sueños (no ocurre lo mismo con los que nacieron ya ciegos, que no las ven, aunque en sus sueños participen otros sentidos como el oído, olfato, tacto y emociones). A pesar de que algo habitual sea olvidar en su mayor parte nuestras experiencias oníricas, los sueños tienen una gran importancia y función en nuestra vida. De ahí que hayan sido objeto de numerosos estudios y análisis a lo largo de los siglos para tratar de comprender e interpretar su significado.

La historia nos deja buena muestra de ello. Por poner un ejemplo, durante la época de la Antigua Roma algunos sueños se presentaban al Senado para su análisis e interpretación. Esto se hacía porque creían que los sueños eran mensajes enviados por los dioses a los hombres. Era tal su importancia, que incluso había un “empleo” muy reputado en esa sociedad, la de intérprete de sueños, el cual acompañaba a los grandes militares en las batallas para ver qué augurios les traían a éstos últimos sus sueños. También se sabe que muchos artistas desarrollan sus ideas creativas interpretando sus sueños, y que grandes inventores y personajes históricos realizaron sus descubrimientos o pergeñaron sus batallas siguiendo sus sueños. Incluso hoy día, muchas personas consultamos decisiones con la almohada para encontrar un consejo ante un problema.  Pero, ¿qué sabemos acerca de los sueños?  

Científicamente hablando, soñar es un proceso mental involuntario que todos los seres humanos realizamos, y en el que se produce una reelaboración de informaciones almacenadas en la memoria, generalmente relacionadas con experiencias vividas por la persona en los días o meses anteriores. Aunque esta es la teoría demostrada, hoy sabemos que también pueden tener un sentido mucho más profundo o ser experiencias de distinto tipo a las meramente oníricas.

Digamos que el acto de soñar nos sumerge en una realidad virtual formada por imágenes, sonidos, pensamientos y/o sensaciones. Los recuerdos que se mantienen al despertar pueden ser simples (una imagen, un sonido, una idea, etc.) o muy elaborados. Los sueños más elaborados contienen escenas, personajes, escenarios y objetos. Se ha comprobado que puede haber sueños en cualquiera de las fases del dormir humano; sin embargo, se recuerdan mejor los sueños, y éstos son más elaborados en la llamada fase REM (Movimiento Ocular Rápido; en inglés, REM: Rapid Eye Movement), que tiene lugar en el último tramo del ciclo del sueño. No obstante, no voy a exponer aquí cuál es el proceso que siguen nuestros sueños habituales, ya que se ha repetido hasta la saciedad en muchos otros lugares.

Siguiendo este paseo de la mano de la ciencia, ésta nos aclara que los sueños se producen como resultado de un complicado proceso que implica a los recuerdos y al hipocampo, una región del cerebro asociada a la memoria. Según se ha podido determinar de manera científica, los recuerdos con los que soñamos pueden tener una antigüedad de hasta una semana, lo que ha desvelado el funcionamiento hasta ahora oculto de la memoria: nuestros recuerdos pasan de una región del cerebro a otra antes de ser almacenados, y durante ese intervalo soñamos con ellos.

Parece demostrado ampliamente que nuestra vida cotidiana es el semillero de nuestros sueños. Las experiencias que tenemos a lo largo del día suelen ser el origen de las imágenes oníricas que generamos mientras dormimos. Pero, ¿cuáles son los mecanismos que nos permiten construir dichas imágenes?, ¿tienen alguna relación las imágenes con la formación de nuestra memoria? Y lo que es más importante, ¿tenemos alguna experiencia onírica que se salga de estos patrones y cánones admitidos como ley por la ciencia?

Se ha discutido mucho sobre este tema, y todo ello continúa siendo un misterio muy difícil de resolver. Los recuerdos de gente, lugares, actividades que hacemos, o de las emociones que sentimos, se reflejan en nuestros sueños, pero suele ser de manera tan fragmentada que no podemos predecir cómo aparecerán. Curiosamente, una de las características de los sueños es que rara vez, excepto en casos de problemas postraumáticos, reflejan una experiencia completa. Una idea, un objeto, una textura que hemos percibido durante el día, es lo que en realidad aparece mayormente en nuestros sueños.

El psiquiatra austríaco Sigmund Freud bautizó a este tipo de sueños como “residuos diurnos”, habitualmente conocidos también como “de descarga”, esto es, los recuerdos que se nos quedan prendidos en la memoria durante el día, y que pueden aparecer 5 ó 7 días más tarde en nuestros sueños. Freud pensaba que estos residuos aparecían en los sueños la misma noche o la siguiente a haberlos vivido, pero las últimas investigaciones realizadas han demostrado que los recuerdos cotidianos pueden perdurar activos más tiempo, conclusión que ya apuntó su colega, el suizo Carl. G. Jung.

Sin embargo, toda esta teoría resulta convincente sólo para aquellos que no han experimentado ciertas experiencias inquietantes, o que no han sabido dar explicación a fenómenos extraños dentro de sus sueños. Para ello es fundamental recordar las experiencias vividas en la noche, o la “historia completa” del sueño, pero este aspecto encuentra a menudo obstáculos. En la actualidad sabemos que a los 5 minutos de habernos despertado vamos a olvidar la mitad de los sueños, y que al cabo de 10 minutos habremos perdido cerca del 90%, pero muchas veces los recuerdos son tan vívidos que todos estos plazos, tiempos y estadísticas saltan por los aires para disolverse en el éter de la duda y la perplejidad. ¿Qué ocurre cuando notamos que alguien nos ha rozado la cara pero estamos durmiendo solos en nuestra cama? ¿qué hay acerca de esos personajes misteriosos que nos traen mensajes que jamás habíamos escuchado, para cumplirse días después tal como ellos nos los transmitieron? ¿qué hay acerca de seres fallecidos nuestros que se aparecen de forma extraña y nos hablan? ¿por qué se producen sueños compartidos, experimentados de idéntica forma por dos personas que comparten el lecho? Demasiadas preguntas para escasas respuestas empíricas.

Está claro que la mayoría de los sueños son fundamentalmente simbólicos, y me gusta decir la “mayoría” porque personalmente considero que no lo son todos. Cada elemento del sueño significa algo diferente, por lo que si soñamos con algún tema en particular, no es habitual interpretar que el sueño sea acerca de eso. Incluso puede haber sueños recurrentes, es decir, el relato del mismo sueño repetido noche tras noche, en un periodo corto de tiempo o incluso en diferentes ocasiones del mismo sueño. Los sueños hablan en un lenguaje profundamente confuso y esconden múltiples mensajes encriptados o simbólicos, en los que a menudo experimentamos profundas emociones. De todas ellas, la más común es la ansiedad, y por desgracia, las emociones negativas son las más habituales, mucho más que las positivas.

La ciencia, poco a poco, va desvelándonos secretos acerca del mundo onírico pero, sin duda, lo mejor está todavía por llegar. Mientras tanto, seguiremos soñando y descubriendo territorios desconocidos e inexplorados. 
La magia está servida.

  

     

miércoles, 10 de junio de 2015

¿HAS TENIDO ALGÚN SUEÑO ESPECIAL?







La mayor parte de las veces dormimos y despertamos sin recordar nada de lo soñado. Es algo que nos ocurre habitualmente, especialmente si el molesto despertador martillea sobre la mesita de noche anunciando que debemos levantarnos e iniciar nuestras tareas cotidianas. Sin embargo, hay ocasiones en que algo en mitad de la noche nos despierta, tal vez porque el sueño que estábamos vivenciando tiene un mensaje o contenido especial.

Ya son muchas las personas que me escriben para contarme sus experiencias. A veces se sienten incapaces de comprender el mensaje a pesar del impacto que les han causado esas imágenes; sin embargo, en otras son conscientes de él, aunque no se atreven a reconocerlo por miedo a las repercusiones posteriores. Es cuando me piden ayuda para su comprensión, y debo confesar que me he encontrado casos realmente sorprendentes, misteriosos e impactantes.

Si eres una de esas personas con experiencias oníricas tan especiales que no te atreves a contarlas a nadie, te animo a que me escribas. Tendrás total confidencialidad y además, una orientación que te ayudará a salir de dudas. Puedes hacerlo en el espacio que hay en blog para comentarios al pie de los artículos, o si deseas una total privacidad, a mi correo particular. Cuéntame tus sueños y estaré encantada de ayudarte a interpretarlos. No en vano, llevo haciéndolo ya muchos años con mis clientes.

¡Sé bienvenido a este fantástico mundo inexplorado!


sábado, 30 de mayo de 2015

Sueños Premonitorios - Mayte del Sol en LA REALIDAD OCULTA


 

Queridos amigos,

El pasado jueves, 28 de Mayo, colaboré una vez más en el programa radiofónico LA REALIDAD OCULTA, en esta ocasión con el tema de los Sueños Premonitorios.

 

En esta ocasión abordé un tema muy interesante, entre otros, con un caso realmente espectacular. Os dejo el podcast por si queréis escucharlo. Mi intervención es a partir del minuto 33 aproximadamente.

 

 

 

Como siempre, espero que os guste.

 

¡Feliz tarde de sábado!

 

 

 

sábado, 9 de mayo de 2015

¿REGRESIONES EN SUEÑOS?


Ayer tarde asistí a una conferencia impartida por Juan José López Martínez, médico murciano y terapeuta en Terapia Regresiva. La charla fue muy amena e interesante, y en ella nos contó una parte de las experiencias vividas con sus pacientes, así como las conclusiones a las que ha podido llegar tras 25 años de internarse en este mundo de las Regresiones. 

 

Siempre me ha fascinado este campo, pues no en vano soy de la opinión, desde hace tiempo, de que al dormir muchas veces tenemos regresiones, ya sea a otros momentos de nuestra vida en este plano, como a vidas anteriores o periodos entre vidas. Sé que esto puede sonar extraño y fantástico a los ojos de muchos, pero mis experiencias personales son a menudo inexplicables en un primer momento. Después, analizándolas en detalle, extrayendo conclusiones sensatas y comprendiendo los mensajes que me traen, he visto que hay atisbos de posibles regresiones.

 

Sentada en mi silla y escuchando atentamente la conferencia, mi mente no pudo por menos que divagar durante unos minutos acerca de esta posibilidad. Cuando nos sumergimos en los sueños, y tal como dice Satprem en su obra Sri Aurobindo o la aventura de la consciencia, “existe una gradación infinita de realidades coexistentes, simultáneas, sobre las cuales nos abre el sueño una ventana natural. Este universo es una gradación de planos de conciencia que se escalonan sin interrupción de la materia al Espíritu puro y todo se sitúa en el seno de estos planos: nuestra vida, nuestro sueño y nuestra “muerte”... Vida, muerte, sueño, no son sino diferentes posiciones de la conciencia en el seno de esta misma gradación”.

 

De ahí que mis reflexiones me alejasen momentáneamente de la charla para sumergirme en la tesitura de si, ante un sueño de corte especial, no estaremos realmente ante una regresión espontánea. El Dr. López Martínez explicaba que cualquier persona puede experimentar una regresión en un momento del día y no ser plenamente consciente de ello. ¿Por qué no puede ocurrir también en los sueños? Si soñar es morir cada noche para renacer a un mundo distinto, como asegura Harry Marcus, teoría con la que me identifico plenamente, ¿no entra dentro de esa posibilidad que “regresemos” en un sueño a situaciones de otras vidas? Hoy sabemos que los fetos sueñan en el vientre de la madre, tal vez conectando con algún canal de ésta, pero ¿no podría ser que lo hiciesen con vidas anteriores?

 

Por esa misma razón, existe también la posibilidad de que nuestra mente se traslade en sueños a otro periodo vivido en una vida anterior, o incluso a una etapa “entre vidas”, aunque esto ya resulte más difícil de comprobar. Conocemos que el tiempo no es lineal sino simultáneo. Nosotros, como humanos encarnando en este plano, lo percibimos lineal: pasado, presente y futuro, pero nuestra percepción es falsa. Por eso, pienso que en sueños podemos tener contactos con vidas paralelas o realizar una regresión a otra vida. Mientras no desencarnemos y dejemos este plano, resultará imposible comprobarlo con rigor y sólo quedará en mera especulación. 

 

Retornando a la conferencia a la que asistía, debido al alto número de asistentes y a la cantidad de preguntas que se realizaron, me resultó imposible formularle mis dudas, por lo que espero en breve poder escribirle para preguntarle acerca de estas conjeturas que me surgieron y a las que no dejo de darle vueltas.

 

Mientras tanto, continuaré investigando en este fascinante mundo de los sueños. ¡Hay tantas cosas por descubrir todavía!

 



sábado, 2 de mayo de 2015

SUEÑOS ESPIRITUALES - Mayte del Sol en LA REALIDAD OCULTA



¡Hola a todos!

 

Otro mes más colaborando en el programa radiofónico LA REALIDAD OCULTA, en esta ocasión con el tema de los sueños espirituales y dos nuevos casos que os pueden interesar por lo espectacular de los mensajes.

 

Os dejo el enlace al vídeo de YouTube donde podéis escuchar mi intervención, a partir del minuto 34 aproximadamente.

 

realidadoculta

https://youtu.be/Jea0VCOIbL4

Como siempre, doy las gracias a su director, presentador y gran amigo, José María Ibañez, por contar conmigo.

 

Espero que os guste.

 

¡Feliz sábado a todos!

 

 

 

sábado, 25 de abril de 2015

Nueva colaboración en programa radiofónico - LA REALIDAD OCULTA




Queridos amigos,

Hoy comparto con vosotros una nueva colaboración en el programa radiofónico LA REALIDAD OCULTA, que se emite en Inca Radio (Mallorca) todos los jueves por la noche, de 20:30 a 22:00 h.

Mi intervención se produjo ayer por la noche, donde hablé sobre el mundo de los sueños, una de las áreas más fascinantes que conozco, y que siempre me ha atraído, sobre todo por las experiencias que he tenido a lo largo de mi vida.

Agradezco desde aquí a su director y presentador, José María Ibáñez Gandía, su interés por contar conmigo e invitarme a su programa.

Si queréis escuchar mi intervención, os dejo aquí el podcast (a partir del minuto 41).

 

 

jueves, 23 de abril de 2015

UN SUEÑO PREMONITORIO


Hace pocos días he vivido una situación que, aunque no es la primera vez que me ocurre, en esta ocasión, aparte de sorpresa me ha dejado un desagradable sabor de boca. Muchos pensarán que puede ser una premonición; tal vez lo sea, pero debido a las características del sueño, entiendo que pudo existir simplemente una conexión espacio-temporal con esa persona (a la cual no conozco personalmente), que me permitió visualizar lo que le iba a ocurrir tan sólo unas horas después. Aclaro esto porque porque considero que tal vez los sueños premonitorios deben tener una cierta antelación de días o semanas, aunque en este caso fue de escasas horas.


En mi sueño, el pasado miércoles por la noche, me encontraba en un hospital esperando a que me atendiesen para curarme de un corte fortuito que me había hecho en una pierna tras un accidente doméstico. De la herida brotaba abundante sangre, por lo que el asunto requería una cura inmediata de urgencias. En dicho hospital los medios eran algo escasos y precarios, y había una inminente falta de personal para atender debidamente a los pacientes (¡cosa nada extraña en nuestro país en estos tiempos que corren!).

Yo protestaba porque tardaban en atenderme, dado que conforme avanzaban los minutos manaba más sangre de mi herida. Una enfermera algo inexperta e insegura se acercaba para tratar de ayudarme, pero lo hacía con escasa pericia, por lo que mi irritación iba en aumento. Yo sabía de antemano que mi herida no era grave si se desinfectaba y curaba bien lo antes posible; de ahí que la urgiese para que actuara debidamente. Mientras observaba las inexpertas manos de la muchacha tratando de solventar el asunto de la mejor manera posible, escuchaba a alguien decirle a otra mujer (a la cual yo no veía, pero sí intuía) que su dolencia se debía a que tenía un cáncer. Yo no acertaba a verles la cara a los que llevaban esa conversación, pero sí resonaba en mis oídos el diagnóstico, y en mi fuero interno me lamentaba de la noticia que le estaban dando a aquella mujer, que sollozaba amargamente.

El sueño terminó abruptamente ahí, y me desperté de golpe y con desasosiego. Estaba amaneciendo, por lo que deduje que lo que había soñado tenía cierta relevancia. Es precisamente al amanecer cuando se producen la mayoría de sueños premonitorios, o bien cuando acceden a nuestro estado onírico seres de otros planos para darnos cualquier tipo de noticia. Al menos, es cuando a mí me suele suceder.

Lo relevante es que esa misma mañana, transcurridas escasas horas del sueño que acabo de relatar, un cliente al que llamaré Ramón para preservar su intimidad, me telefoneó desesperado pidiéndome una consulta. En aquel momento yo no le podía atender por estar con otra clienta, así que le dije que en una hora podríamos hablar. Al escucharlo tan agitado y nervioso, le pregunté preocupada qué era lo que ocurría, a lo cual él me respondió: “A mi madre le acaban de comunicar que tiene un cáncer. Como podéis suponer, me quedé unos segundos sin saber qué contestar, primero por la dureza de la noticia, y segundo porque a mi mente acudió de inmediato el sueño que tuve pocas horas antes.

Nada más despedirlo, y conforme regresaba a mi consulta con la otra persona, pensé en el significado de mi sueño de esa misma noche. ¿Había sido una premonición? ¿Me adelanté en el espacio-tiempo? ¿Me prepararon para poder consolar a su hijo horas después?

Siempre me surgen un montón de preguntas cuando tengo experiencias de este tipo, porque mi mente trata de entender de una manera racional lo que la ciencia todavía está intentando explicar. Confío en que, sea cuando sea, lo logren.


 
 
 

miércoles, 22 de abril de 2015

Sueños de Difuntos - Mayte del Sol en LA REALIDAD OCULTA





Tengo el placer de compartir con vosotros el vídeo y el podcast de mi última intervención en el programa radiofónico LA REALIDAD OCULTA, de José María Ibañez Gandía, en esta ocasión para hablar de experiencias oníricas y sueños con difuntos.
Conté experiencias que le pueden ocurrir a cualquiera, porque todos somos seres espirituales, y en principio todo el mundo tiene acceso al mundo espiritual a través de los sueños.
Os recomiendo el programa íntegro porque, como siempre, mereció mucho la pena. Mi intervención en el vídeo es entre los minutos 21 y 41.



 Enlace al audio en IVOOX
(Mi intervención es entre los minutos 39 y 60)
http://www.ivoox.com/realidad-oculta-26-03-2015-audios-mp3_rf_4271731_1.html
Espero que lo disfrutéis.
Un cordial saludo.

martes, 21 de abril de 2015

SUEÑOS Y EXPERIENCIAS PARANORMALES



A estas alturas, ya es conocido casi por todos que una de las formas más comunes - y también de las más útiles - de capacidad paranormal que podemos desarrollar se encuentra en los sueños. Éstos albergan mucha información paranormal que, si sabemos comprender y manejar bien, nos puede resultar de mucha utilidad. Seguro que tú, que me estás leyendo ahora mismo, has tenido en sueños alguna experiencia de este tipo, aunque no seas consciente de ello.

La conclusión a la que se ha llegado respecto a los sueños y las experiencias paranormales, y que he comentado antes, ha sido alcanzada por grandes investigadores del terreno, como el norteamericano Ian Stevenson, quien a lo largo de su prolífica investigación constató que, en 9.300 casos estudiados con alguna experiencia paranormal, un 57% de éstas se daban en los sueños. Por eso, dicho investigador concluyó que los sueños eran la puerta grande hacia lo paranormal, algo corroborado y comprobado personalmente por el también norteamericano Edgar Cayce, uno de los videntes más famoso y mejor documentado a lo largo de la historia.

Entre otras cosas, a Cayce se le pidió que interpretara cientos de sueños, y en muchas ocasiones señaló claramente y de una manera contundente la información paranormal en el sueño. En muchas de esas interpretaciones, la persona no tenía ni idea de que el sueño fuese una fuente de información paranormal. A veces el sueño parecía corriente, otras veces no tanto, pero la idea de que lo que le estaba ocurriendo fuera algo paranormal no se le ocurría a la persona hasta que un descubrimiento posterior se lo demostraba.

Una forma de desarrollar la consciencia paranormal es ser más observador del proceso de dormir que experimentamos cada noche. Cuando entramos en esta fase y comenzamos a dormirnos, nuestra sensibilidad cambia a un nivel distinto de vibraciones, y es ahí cuando surge nuestro ser paranormal. Por poner un ejemplo, es algo semejante al caso de las estrellas, que siempre están en el firmamento, pero que no podemos ver durante el día debido al brillo del sol. En el momento en que esto ocurre, en el momento en que el fulgor del sol se desvanece y comienzan a aparecer las estrellas en el acto de dormir, nuestra consciencia o sexto sentido se expande y difumina por todo el cuerpo, y entonces despertamos a nuestra consciencia paranormal. Por eso, los sueños son una de las experiencias de este sexto sentido que antes mencionaba.

Es bueno recordar los sueños y estudiarlos, porque puedes encontrar muchas “realidades” a las que no logras acceder en otros estados alterados de conciencia. Todo se puede experimentar y explorar en sueños. Es muy probable que, si pudieras apuntar todos los que has tenido, el examen de éstos te convencería de que ya has vivido varias experiencias paranormales. Trata de hacerlo y te sorprenderás.




lunes, 20 de abril de 2015

LOS SUEÑOS Y EL MÁS ALLÁ




¿Son todos los sueños fruto de nuestro inconsciente? ¿o en algunos sueños puede haber algo más? La gran mayoría de las experiencias oníricas que tenemos los seres humanos obedecen a frustraciones o preocupaciones vitales que nos han impactado, y que de manera simbólica aparecen reflejadas en nuestros sueños. Sin embargo, y aunque no sea lo habitual, en ocasiones extraordinarias podemos experimentar “algo” mientras dormimos, que a pesar de que tenga apariencia de sueño, no lo sea en realidad, sino más bien un fenómeno más allá de un simple mensaje de nuestro inconsciente.

Con esto me refiero a esos sueños en los que se nos aparecen personas difuntas dándonos mensajes muy concretos, los cuales resulta poco creíble suponer que sean fruto solamente de nuestro inconsciente. ¿Por qué afirmo esto? Pues porque a mí me ha sucedido en numerosas ocasiones que personas ya fallecidas me hablen en sueños, dándome mensajes demasiado detallados y con informaciones a veces desconocidas, las cuales posteriormente y en estado de vigilia he podido comprobar que eran ciertas. ¿Cómo puede ser eso fruto simplemente de mi inconsciente?

Pongo el ejemplo de una tía mía fallecida hace algunos años, que una noche se me apareció en un sueño y me advirtió de la posible ruptura matrimonial de su nieta, cosa que acabó sucediendo tres meses después. Pero eso no es algo que solamente me haya ocurrido a mí, pues al practicar meditación y ahondar en estos temas, puedo tener más tendencia o facilidad para conectar con algo que no se puede describir bien. Esto, quiero recalcar, le puede ocurrir a todo tipo de personas.

Sin ir más lejos, una clienta levantina me consultó hace varias semanas por un tema que le preocupaba. Yo le eché las cartas por teléfono, y en plena conversación me confesó que había tenido un sueño. En él, un señor muy feo y completamente desconocido para ella, la perseguía por la calle diciéndole una y otra vez “te está engañando, que sepas que te está engañando”. Mi clienta, durante el sueño, discutía acaloradamente con este hombre y trataba de huir de él. El único mensaje que le repetía era “abre los ojos, que te está engañando”. Esta chica me contó que se despertó muy acalorada, pensando que simplemente había tenido una pesadilla, pero desconcertada, indagó acerca de lo que le acababan de comunicar, y descubrió que el mensaje de ese individuo era cierto.

Cuento este caso porque tampoco quiero que penséis que estas cosas sólo nos pueden suceder a los que nos dedicamos diariamente al mundo esotérico y metafísico. La explicación que yo le di a mi clienta es que, posiblemente, un guía espiritual que no tiene por qué ser de su familia terrenal difunta, fue quien se metió en su sueño para advertirle de que la estaban engañando. En mi caso os diré que, en repetidas ocasiones, he tenido mensajes de familiares difuntos advirtiéndome de peligros, e incluso revelándome secretos de familia que yo desconocía, y que posteriormente pude comprobar que eran ciertos.

Son conversaciones tan vívidas, que te das cuenta de que no estás ante un simple sueño. Al despertar comprendes, sin dudarlo un segundo, que realmente a través del sueño, los que están al otro lado han podido contactar contigo y darte el mensaje que necesitaban transmitirte. Por eso, no creáis que todos los sueños son en vano. En alguna ocasión, desde el más allá os pueden estar avisando de algo que ellos consideren importante. Hay que tener en cuenta que a los seres espirituales que están en el otro lado, les resulta mucho más fácil contactar con nosotros a través del sueño, que hacerlo cuando nos encontramos despiertos.

Yo entiendo que se pueda ser muy racionalista, y que haya gente escéptica que dude de esto, pero me gustaría que me explicaran cómo el subconsciente puede lograr que se nos aparezca un familiar difunto en sueños, y que éste nos revele una información que desconocíamos, o que nos prevenga de algo que va a ocurrir, y que finalmente descubrimos que acaba sucediendo.

La conclusión a la que quiero llegar es que, por supuesto, no estamos solos. Por esta razón, deberíamos de ser mucho más cuidadosos y respetuosos con nuestros sueños, pues en algunas ocasiones, los seres espirituales que están al otro lado pueden revelarnos una información por esta vía, que nos puede ayudar de manera determinante.

 

 

 

domingo, 19 de abril de 2015

EL MUNDO DE LOS SUEÑOS



"Existe un mundo paralelo al que conocemos, y en el que nos adentramos cada noche. Cuando nos dormimos, abandonamos el consciente para sumergirnos en un estado onírico regido por el inconsciente. Esto origina un cambio radical en nuestra mente, que vibra a diferente frecuencia durante ese tiempo. Hasta fechas recientes se creía que el cerebro descansaba durante el sueño, pero se ha comprobado que esta idea es errónea. Los estudios obtenidos demuestran que trabaja más intensamente en dicho estado que en el de vigilia, lo que ha causado un enorme desconcierto en el mundo de la ciencia.

Venimos a dormir unas ocho diarias; por tanto, pasamos durmiendo un tercio de nuestra vida. Este periodo de descanso es necesario por varios motivos, como la recarga muscular y orgánica de nuestro cuerpo, que necesita reponerse tras los esfuerzos del día, pero sobre todo es vital para nuestra salud psíquica. Esto se debe a que la mayor parte del tiempo que dormimos nos la pasamos soñando. Es una evidencia que no podríamos vivir sin hacerlo, porque los sueños son una válvula de escape para nuestros problemas. Además, actúan canalizando nuestra curación, pues mientras soñamos somos más vulnerables a las energías del universo.

El abandono progresivo del cuerpo durante el periodo del sueño es un proceso natural. En la fase inicial de somnolencia, atravesamos un estadio de ruptura de lazos con nuestro mundo consciente. Si no caemos dormidos de forma inmediata, se producen diversas sensaciones, como mareo, impresión de estar flotando o sentimiento de irrealidad si alguien nos habla. Está comprobado que el oído es el último sentido que se pierde al dormir. Según mi propia experiencia, este aspecto resulta incuestionable. En alguna ocasión en que comienzo a dormirme y escucho la voz de mi marido hablándome de algún suceso del día, tengo la sensación de que él se encuentra en un plano distinto al mío. Realmente es eso lo que sucede.

De igual modo que el ser humano no puede vivir sin soñar, tampoco lo pueden hacer los animales de sangre caliente, que sueñan en distinta proporción de tiempo dependiendo de la especie a la que pertenecen. Sin embargo, los de sangre fría no lo hacen jamás, ya que se sumergen en un letargo durante el tiempo en que descansan. En el mundo de los humanos, son los bebés los que más tiempo permanecen durmiendo y soñando. Conforme avanza la edad, la cantidad de tiempo disminuye de forma paulatina".
(Extractado de mi libro "La energía de la vida").

Todo esto que aquí plasmo no es mas que una pincelada de la profunda fascinación que siento ante  el mundo onírico, en el cual he tenido relevantes "aventuras". Por eso, a partir de hoy, iré desgranando poco a poco todas aquellas experiencias que he tenido en el mundo de los sueños, todo lo que ha ido aconteciendo, así como mis pensamientos, reflexiones y lo que voy descubriendo conforme la vida me trae nuevas vivencias.

Espero que os unáis a esta aventura. Sed bienvenidos.