Como en artículos anteriores ya hablé de los arquetipos implícitos en los dos primeros arcanos del tarot, EL LOCO (0) y EL MAGO (I), en esta ocasión continúo la progresión haciéndolo con el nº II, LA PAPISA. Esta carta es llamada LA PAPISA en el Tarot de Marsella, aunque también se le atribuye el nombre de LA SACERDOTISA en el Tarot de Crowley, o LA SUMA SACERDOTISA en el de Arthur E. Waite.
Sea cual sea el tarot con el que estemos trabajando o estudiando, su presencia lleva implícita la imagen arquetípica de la espiritualidad femenina, algo común en todas las culturas desde los albores de la humanidad, ya que siempre ha existido la necesidad de reconocer el poder espiritual que reside en la mujer. La espiritualidad femenina no ha dejado nunca de guardar relación con la protección de la vida, la fertilidad, la intuición, la videncia, el oráculo, la educación, los cuidados y la sanación. De hecho, estas capacidades son las que reúnen muchas mujeres religiosas hoy en día en todas partes del mundo y en todas las culturas.
Dentro de los arquetipos del tarot, La Suma Sacerdotisa representa la esencia espiritual de lo femenino, de acoger, ser vacío y receptáculo del Espíritu para que éste llegue a la Materia. De hecho, la letra hebrea Beth significa “Fe y Amor impersonal”. Ese amor impersonal es la capacidad de acoger a todos sin mirar raza, religión o estado: pobres, desahuciados, enfermos, ignorantes, locos ... Por eso, cuidan de los huérfanos, los inválidos y los desamparados. Son las monjas de clausura que en sus monasterios elevan sus oraciones por el mundo. Son las mujeres espíritu de las tribus, guardianas del conocimiento ancestral que sostiene la identidad de la comunidad. Son las sacerdotisas que hacen ofrendas a los dioses y hablan con los espíritus de la Naturaleza para calmarla y conseguir alianzas.
A LA PAPISA se la conoce también como la Isis Velada, y en algunos tarots se le representa con un velo en la cara ocultando su rostro. Esa imagen simboliza tanto los velos de la existencia negativa, como que esta fémina es un ser oculto al mundo y dedicado a la vida interior, ya que cierra los ojos a la mirada externa. Su conexión con Dios le lleva a ser sabia consejera, tanto de su hermana, La Emperatriz, como de su compañera, La Justicia.
A ambos arcanos visita en su cruce de senderos, y a ambos les transmite la luz necesaria para conseguir el equilibrio: en La Justicia es el Fiel de la Balanza, que determina en cada juicio y circunstancia el peso que debe tener cada platillo. En el caso de La Emperatriz, simboliza el corazón que la regente lleva en su corona: es el Tercer Ojo, el 6º chackra, la energía que abre el entendimiento y la visión a una dimensión creativa e inspiradora.
¿Cuál es su significado?
La Sacerdotisa entraña una acción de desprendimiento y vaciado de la personalidad conocida para abrirse al gran Silencio. Cuando esto sucede, la persona accede al Intelectual Superior, un plano de la conciencia humana donde surgen imágenes, ideas y conceptos originales. La mayor parte de las veces estas imágenes no las comprendemos, pues provienen de los reinos de la Existencia Negativa detrás de los Velos.
Pero si no lo rechazamos, sino que tenemos fe en su valor (como es el caso de La Emperatriz), anidan en nuestro corazón y provocan un cambio sustancial en nuestras vidas. En la medida que podemos ir definiendo esa luz que nos ha llegado, decimos que tenemos una intuición sobre algo. Este proceso de análisis es la función analítica de la psique y está bajo la acción de La Sacerdotisa. La Sacerdotisa es la esencia femenina en todos nosotros.
Es por este proceso intuitivo y canalizador por el que el arquetipo de La Sacerdotisa se corresponde en la realidad con todas aquellas personas docentes, que transmiten una información para sacar a los demás de la ignorancia. Asimismo encontramos aquí a los oradores, a aquellos que trabajan con la palabra como escritores, periodistas, locutores, así como todo lo relacionado con el campo de la música: compositores, intérpretes y cantantes.
Cuando estas imágenes no son llevadas al corazón y no se canalizan bien, nos encontramos ante el caso de personas que acaban recluidas en centros psiquiátricos debido a su falta de control sobre sus canalizaciones, y su incapacidad para adaptar la información recibida. Es el arquetipo que describe el camino personal que cada uno de nosotros tenemos trazado desde que nacimos. Sólo en la medida que vayamos hacia dentro y nos vaciemos de toda personalidad, conoceremos nuestra verdadera esencia.
La Sacerdotisa es el camino de la Voz Interior, de la intuición, del conocimiento de la verdadera identidad, del conocimiento de sí. En el camino del buscador llega un momento en que éste se encuentra en la antesala del encuentro con el Mago. En ese lugar lo recibe la Isis Velada, esta esencia femenina que tiene una sola pregunta que hacerle. La Sacerdotisa es el sendero de la autoestima.
La respuesta está inscrita en el libro que sostiene, y cuando coincide con lo que brota del corazón del buscador, éste se convierte en el Gran Mago de su vida. La Sacerdotisa es el sendero de la autoestima. El aceptar quienes somos en realidad nos permite acceder a la verdadera humildad, que reside en La Templanza, y así conocemos nuestras luces y sombras. La Sacerdotisa nos acerca a nuestra identidad, que es la verdadera sensación de volver a casa, donde uno se siente alineado a una voluntad mayor, una voluntad que quiere la paz y el amor para toda la humanidad.
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