martes, 12 de diciembre de 2023

QUÉ LE SUCEDE AL ALMA TRAS EL SUICIDIO

 

 

Jamás encontraré un momento más oportuno para escribir a este respecto que esta semana. Durante los últimos días, una persona que me consulta desde hace muchos años y a la que conozco bien tras cientos de horas de lecturas de tarot y confidencias, quiso poner fin a su vida ahorcándose. Sólo la llegada repentina de un ser cercano la salvó de la muerte. Fue trasladada de urgencia al hospital, y tras pasar tres días en la UCI y dos semanas ingresada, ha sido dada de alta médicamente hoy mismo. Después de hablar con ella un buen rato, he comprendido que el tema del suicidio llega de manera silenciosa y sin dar portazos, y es mucho más complejo de lo que nos imaginamos. Aunque puedan existir indicios del desequilibrio, los cuales eran evidentes y de lo que le advertí, dicha persona creyó que yo fantaseaba. Hoy sé que ni las cartas ni mi intuición me engañaban.

 

Es muy difícil saber y, sobre todo, comprender las diferentes situaciones que atraviesa una persona a lo largo de su vida. Unas nacen en entornos positivos y favorables, y a otras los problemas se les multiplican por doquier. Puedes ser experiencias aterradoras e incapaces de asimilar, o cómodas y tan fáciles de llevar que, al llegar el momento del tránsito al otro plano, nos asusta y tratamos de evitarlo como sea.

 

Todo esto, las vicisitudes, vivencias, experiencias, pensamientos, emociones, sentimientos, amor del prójimo hacia nosotros... hace que nos debilitemos o fortalezcamos. Es una realidad comprobada por los sensitivos, los grandes pensadores y los filósofos, que los seres humanos hemos sido creados para ser felices, evolucionar y ayudar al universo en su expansión. Sin embargo, esa presión que mantenemos a lo largo de nuestra vida, sea del tipo que sea, nos obliga a llevar un ritmo trepidante que en ocasiones nos supera.

 

Como es fácil de entender, y aunque haya personas que no lo logren, no todo el mundo tiene la suficiente fortaleza para hacer frente a esa presión diaria. De ahí que cada vez sean más las personas que deciden poner fin a sus días porque no soportan dicha presión ni realidad abominable. Y es entonces cuando llega a nuestra mente la idea del suicidio como solución final a nuestros problemas.

 

El suicidio está considerado una experiencia realmente devastadora e inútil, que sólo pone fin a nuestros problemas en este plano. Pero hay que saber que hay muchos planos a los que nos vamos a trasladar cuando realicemos el tránsito, y a esos lugares nos llevaremos la mochila cargada de todos nuestros conflictos vividos en este plano.

 

Cuando una persona se suicida, es porque su depresión era máxima y creía conseguir el consuelo poniéndole fin a todo. Cierto es que hace falta mucha valentía para ello, pero cuando la persona se encuentra en un estado mental, emocional, física y espiritualmente inestable, no es capaz de ver las consecuencias a largo plazo. Todo se convierte en una pesadilla y se ve el suicidio como la única solución.

 

A partir de ese momento, la persona considera el suicidio como la mejor opción. Pero aquí surge un problema, porque cuando te suicidas, no sólo te quitas rápidamente de la obra de teatro en la que estás actuando, sino que también cruzas y cambias los destinos de decenas o incluso cientos de vidas. El resultado final será que no cumplirás con tu destino, es probable que los niños que tendrías que tener no nazcan, y de ahí que éstos tengan que encontrar a otros padres u otras circunstancias de vida. Es decir, todo lo que debería suceder, y que el universo tiene planificado, no sucederá por esa decisión que vas a tomar.

 

¿Qué ocurre después del suicidio?

Tenemos la suerte de que la ciencia cuente, en la actualidad, con casos bastante bien documentados de supervivientes de suicidios que recuerdan su experiencia después de la muerte. En la mayoría de los casos, estos indiviuos se dieron cuenta de que habían cometido un grave error y querían volver atrás y elegir de nuevo. Como una prueba más, hay que tener en cuenta que, desde el comienzo de la historia de la humanidad, el suicidio ha sido prohibido en todas las tradiciones espirituales. Como antes decía, es poner palos en las ruedas de devenir universal, y eso ninguna religión lo acepta.

 

Se sabe que la persona que ha cometido el suicidio sigue siendo plenamente consciente, pero se queda atrapada en una atmósfera psíquica o astral. Este lugar está rodeado de un plano físico, donde la víctima es capaz de ver y ser testigo de todo lo que sucede en el plano terrenal que ha dejado. Cuando el alma abandona el cuerpo de forma abrupta, no es capaz de pasar por el proceso completo de la muerte. Esto significa que no será capaz de ver la luz con facilidad. Algunos psíquicos aseguran que las almas que se encuentran en esta situación tienden a no cruzar completamente el fino velo que separa nuestros mundos por temor a ser juzgados. Algunas personas están tan atrapadas en su estado de vibración baja, que pueden tardar mucho en cruzar totalmente al “más allá”.

 

Pero no todo el que se suicida asume este estado. A veces, las personas sacrifican sus vidas por el bien de los demás. O el suicidio puede ser el resultado de un dolor físico durante un tiempo prolongado, o una enfermedad mental. O a veces, aquellos que deciden llegar al otro lado de “una manera rápida” se dan cuenta de que eso no tendrá ningún tipo de consecuencias. En este caso habría que puntualizar que estas personas son capaces de mantener un nivel bastante alto de conciencia. No obstante, el incumplimiento del "contrato espiritual" puede producirse si la motivación principal del individuo es hacer daño a los demás o tratar de evitar situaciones difíciles. Si este es el caso, el progreso espiritual a través de las etapas de la muerte no se produce.

 

Presencia sobrenatural de los suicidas

Según los expertos y psiquiatras, cuando una persona se suicida, el alma queda atrapada en un lugar que es mucho más doloroso que la vida en la tierra. De ello hablé en uno de mis artículos, El Bajo Astral y sus habitantes:

 https://maytedelsoltarot.blogspot.com/2015/09/el-bajo-astral-y-sus-habitantes.html

Sin embargo, antes de ver la luz, necesitan dar un adiós, por lo que la mayor parte de las víctimas de suicidio atormentan a sus seres queridos. Recientes investigaciones muestran que algunos de los signos sobrenaturales comunes que los suicidas muestran a sus seres queridos son perturbaciones eléctricas sin razón aparente, caída de imágenes o fotografías del difunto, relojes detenidos en la hora de la muerte, etc…

 

El suicidio y el libre albedrío

El libre albedrío también tiene una función importante en el suicidio. En sí, asegura que cualquier persona tiene el derecho a tomar sus propias decisiones en la vida. Pero hay que ser conscientes de las consecuencias y la responsabilidad que tiene cada persona con la vida que le ha tocado vivir.

 

Consideraciones finales

Es muy fácil decirle a una persona que renuncie a su pensamiento del suicidio. Lo realmente difícil es hacerle ver que puede optar por “otro camino” en la vida. Aparte de las consecuencias espirituales y terrenales negativas de suicidarse, es importante tener en cuenta el valor positivo de vivir nuestra esperanza de vida natural. La evolución es un proceso continuo en todos los planos de experiencia. Pero, en general, el crecimiento espiritual avanza mucho más rápido en el plano de la Tierra y esto es particularmente cierto cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles.

 

Es en esos momentos cuando tenemos la oportunidad de acumular una cantidad extraordinaria de esencia espiritual, que se convierte en una parte permanente de nuestro cuerpo espiritual. Desde esta perspectiva, un solo día de la vida en la Tierra puede ser equivalente a 100 años en los planos superiores. Eso no quiere decir que debamos buscar experiencias difíciles o dolorosas, pero sí que si se presentan, podamos asegurar que nos ofrecerán la oportunidad de dar un salto cuántico en nuestra evolución espiritual y ascender un poco más.

 

Al fin y al cabo, es de lo que trata nuestra existencia, nos guste o no.

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario