lunes, 11 de diciembre de 2023

¿EL TAROT AYUDA A COMUNICARSE CON LOS DIFUNTOS?

 

La comunicación con los muertos, sea del tipo que sea, suele ser más común entre las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido. La mayoría de los estudiosos de este tema consideran dicho fenómeno un trastorno psíquico y/o psiquiátrico, sobre todo si dichas personas ven algo fuera de lo común, porque entonces, y como muchos de nosotros sabemos, se considera que estamos alucinando.

 

A menudo suele ocurrir que estas experiencias sean producto de un fuerte deseo por nuestra parte para establecer comunicación con la persona fallecida. Sin lugar a dudas, el estrés y la gran necesidad de contacto pueden atraer a la persona fallecida, pero no perdamos de vista que también lo pueden hacer con otro tipo de entidades, generalmente negativas.

 

En algunos casos, se entabla contacto con los difuntos ya sean meses o años después de su partida. Pero, ¿cuántas personas han tenido realmente estas experiencias? Bill y Judy Guggenheim, en investigaciones sobre Comunicaciones después de La Muerte(ADC Project – After Death Communication in USA), han llegado a la siguiente conclusión: “Basados en nuestra investigación, estimamos de forma conservadora que al menos unos 50 millones de americanos, o sea, el 20% de la población de Estados Unidos, han tenido una o más experiencias de comunicación de este tipo”.

“Los porcentajes se elevan dramáticamente entre los padres que han perdido a un hijo, los viudos, los niños que han perdido a sus padres, y todas las demás personas que hayan sufrido la pérdida de un ser amado”.

 

Estos autores opinan que las comunicaciones con los espíritus difuntos son muy comunes también en cualquier otra parte del mundo. Incluso hay zonas donde son socialmente aceptadas como comunicaciones reales de seres queridos fallecidos. De ahí que en dichos lugares, la gente que ha vivido estas experiencias sea capaz de compartirlas libremente con los demás sin peligro a juicios extremos.

 

Hay que tener en cuenta que los seres humanos vivimos y nos movemos en el plano físico, el más denso y también el más conocido de todos. Dentro de este cuerpo o plano se mueven tres principales arcanos mayores del Tarot, El Mago, La Justicia y El Diablo.

 

 


Por eso, en una lectura de tarot en la que tratemos de indagar acerca de los difuntos o seres queridos fallecidos que pueden estar comunicándose con nuestros consultantes, la aparición de uno de estos tres arcanos, o los tres a la vez, ya nos da una orientación muy buena de la existencia de una pretensión de comunicación. Dicha intención de comunicación puede ser en un sólo sentido o en ambos.

 

¿Por qué sucede esto? Es tan fácil como comprender que, a diario, estamos sujetos a las trampas de El Mago en su versión más negativa, es decir, la manipulación mediante la trampa y el fraude. Además, las leyes de La Justicia también nos controlan, sobre todo cuando este arcano sale invertido o mal posicionado. Es entonces cuando se manifiesta la Injusticia y somos víctimas de prejuicios ajenos o propios por nuestras acciones.

 

A mi entender, La Justicia es el arcano que representa la manifestación del Karma, pero además, El Diablo también se manifiesta porque hay fuerzas invisibles que nos manipulan y someten. Con esto hago referencia a que El Diablo también representa a las Entidades Astrales Parasitarias (EAPs), las cuales nos chupan la energía vital causándonos todo tipo de negatividad. Dichas entidades pueden imitar fácimente al espíritu de las personas fallecidas y hacerse pasar por nuestros familiares u otros seres queridos, pues son maestros de la confusión y la mentira.

 

Estos seres malignos o EAPs pueden leer perfectamente la mente de cualquier médium y ponerlo a hablar con la mismísima voz del difunto. Por eso, están representadas por la carta de El Diablo, porque leen perfectamente la memoria del difunto, la cual quedó archivada en los Registros Akáshicos. De esta manera, pueden incluso revelar cosas realmente sorprendentes, incluyendo secretos guardados durante años.

 

Por mucho que nos pese, son diestros en dominar la mente de cualquier médium, extrayendo la información que necesitan. Se piensa que solamente puede estar libre de estas entidades el ser humano que muere en paz y ha llevado una vida recta ayudando a sus semejantes. Es decir, que ha creado Dharma (buenas acciones y balance espiritual positivo), y no Karma.

 

En el Plano Astral, nuestro cuerpo es tal como nos vemos en sueños. Es en este plano tan sutil donde podemos volar o flotar. Muchos lo llaman también El Hades o La Región de los muertos, pero lo que está claro es que en él habitan los sentimientos. En dicho plano se ubican también las EAPs; al ser la zona donde se mueve los sentimientos, éstas acuden para proveerse de alimento. Con el Tarot las podemos localizar perfectamente si en la tirada aparecen estos tres arcanos mayores, La Emperatriz, La Rueda de la Fortuna y La Estrella.


Para saber si la persona a la que le estamos leyendo las cartas está trabajando bien con su astral y se está comunicando con ellos, debemos encontrar uno de estos tres arcanos, o bien los tres, no importa el orden ni el lugar de la tirada. Eso sí, debe ser una posición afirmativa y positiva. Ver uno de los tres nos indicará que el consultante ya está teniendo contacto con algún difunto, y se puede comunicar con él libre de influencias malignas. No obstante, es necesario analizar bien las tiradas, porque muchos de los mensajes pueden ser bastante abstractos.

 

La Emperatriz siempre nos habla de seres femeninos que desean contactar con nosotros, mientras que La Rueda de la Fortuna nos transmite un mensaje desde el plano astral: debemos movernos hacia la búsqueda de lo espiritual para solucionar nuestros problemas. Es decir, no dejar a un lado lo espiritual.

 

Cuando esta ayuda se manifiesta, las peticiones que les enviamos a nuestros difuntos llegan a los oídos de las Entidades Superiores. Es en ese momento cuando aparece el arcano de La Estrella, anunciando momentos favorables. Por eso, se presentará de manera muy sutil en diferentes oportunidades, dándonos el empuje para ser capaces de establecer comunicación con nuestros muertos. Eso sí, tal vez los momentos de contacto sean muy cortos.

 

Por encima de todo, es importante entender que hay vida después de la muerte. Y también es importante comprender de qué manera el tarot nos insinúa la aparición de estas situaciones, y cómo debemos interpretar los naipes para conocer lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Aunque no seamos capaces de verlo con nuestros ojos físicos, esos planos tienen vida y los arcanos del tarot, unidos a nuestra intuición, conectan con ellos.

 

(Aconsejo que cualquier lectura de esta índole que se realice, se haga sólo con los arcanos mayores. Es mucho más sencillo comprender los mensajes aunque, por supuesto, debemos conocer bien el amplio significado de cada naipe. Os dejo el enlace a un vídeo que grabé a este respecto en mi canal de Youtube. Si os interesan los temas que abordo en esta web, os invito a que os suscribáis).

https://www.youtube.com/watch?v=dfFtM-BXnv4 

 

 

 

 

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